lunes, 21 de octubre de 2013

Diatriba sobre la incognoscibilidad del cosmos vista a través de unas gafas de mierda

Previamente a conseguir ver la nueva gran película que pasará a la Historia del Cine, yo también viví mi propia historia de superación personal, digna de ser filmada en plano secuencia y todo. Tuve que saltarme una clase de la universidad, imprimir una acreditación en color (no sabía si tenía que ser en color y, sí, puede que haya hecho el capullo) con el consiguiente precio hiperbólico, y perder a compañeros por el camino antes de encontrarme con una inesperada marabunta de gente. En la cola de un cine. Acongojante cuanto menos.
   Claro que esto no se debía a que de repente el grueso de la humanidad hubiera decidido sumirse en el arriesgado placer de pagar por ver una película, sino a un invento muy curioso llamado Fiesta del Cine, que te dejaba la entrada a unos 3 eurillos, lo cual está bastante bien si no tienes además que pagar bastante más porque te obligan a ver la peli de turno en 3D y a comprar las gafas de los cojones. Pero a eso llegaré luego. El caso es que mis bravos compañeros y yo nos abrimos paso entre esa masa indómita de peña, que cual proyectiles rusos esporádicos nos obstaculizaban el alcance de nuestro destino, mientras el tiempo se iba agotando y veíamos cada vez más difícil llegar a la taquilla y salir disparados hacia la sala. Sin embargo, conseguimos llegar, tres minutos sobrantes incluso, para comprar las entradas, y las susodichas gafitas de los cojones, y unos nachos para mí que estaban bastante malos y que a la postre hubieron de provocarme gases. En fin, que creo que aquí venía a hablar de Gravity y no de la mierda de mi día a día que ahora mismo solo interesará a los dos camaradas que me acompañaron, y que fijo que luego serán de los pocos que me lean. Un besito para ellos, que fijo que están súper contentos de salir en mi blog.

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No es que la foto se vea como el ojete, es que está en 3D

  ¿Iba toda aquella gente a ver La gran familia española? Aunque parezca mentira, no. La nueva película de Alfonso Cuarón (más conocido como aquel cineasta que consiguió meterle un poco de personalidad a una peli de Harry Potter sin conseguir necesariamente que fuera la mejor) viene precedida de tanto hype que mi escepticismo, poco a poco, y según esperaba para verla pacientemente, iba aumentando. ¿Me iba a encontrar con un nuevo Truño de Acero? ¿No me iba a parecer tan arrebatadoramente brillante la interpretación de Sandra Bullock? ¿Iba a conseguir librarme de verla en 3D?
   La respuesta a estas tres preguntas es un no. La peli está chupi, Sandra Bullock me causa indiferencia, y he tenido que verla en 3D. Y bueno, visualmente es una gozada. Una experiencia. Pero, ¿sabéis?, Avatar también fue una gran experiencia, y el que aquí suscribe se durmió en el cine viéndola. Así que no nos vamos a quedar empachados sólo con decir que Gravity es visualmente apabullante, y seamos rigurosos.
   El guión de Gravity es una caca. No creo que le sorprenda a nadie, pero lo peor que leí de él en Internet es que era "funcional, totalmente supeditado a la imagen", así que me despacharé a gusto con ese aspecto. Es una caca porque los dos personajes que salen en la peli lo son. Sandra Bullock compone uno que nos la trae bastante floja desde el principio, pues no transmite nada, y los intentos de los guionistas (los hermanos Cuarón, descubro por FilmAffinity) por darle una entidad propia, y que nos importe un poquito su suerte, no pasan de otorgarle un pasado traumático (tan típico y tópico que llega a sorprender) y de meterle en cuantos más apuros mejor. Y luego George Clooney. Madre mía. Pocas veces he visto un personaje de carácter tan increíble, en el mal sentido. Y que encima quieren hacer pasar por gracioso. Auténtica vergüenza ajena he llegado a sentir.

"Esto va un niño y le dice a su padre: Papá, papá, ¿que está más lejos, Córdoba o la luna? Y el padre le contesta: ¿Pero tú ves Córdoba desde aquí, gilipollas?"

   Si los personajes son caca, sus diálogos no van a ser mucho mejores (alguna línea acertada en plan Armageddon se salva por ahí). Contra eso iba un poco curado de espanto, pero tampoco me esperaba un desarrollo tan plomizo. Que vale que sea la típica película de supervivencia, pero es que el esquema no pasa de faena gorda-lugar más o menos seguro-faena gorda-lugar más o menos seguro. Y llega un punto que, por mucha maravilla visual que estés viendo, te llegas a cansar. Y eso, en una peli que dura menos de 90 minutos, es bastante jodido.
   Otro fallo que he encontrado es el tono de la historia. Cuando vi el trailer me cagué la pata bajo, pensé que iba a ser el no va más de la angustia y el suspense, como Buried o 127 horas (ambas obras maestras de las que Gravity se encuentra a años luz en cuanto a calidad... jijiji, chiste del espacio), y cuando la he visto he pasado angustia exactamente en la misma escena que vi en el trailer, casi íntegra. Al principio de todo, en el accidente. Durante el resto de la peli no he hecho más que maravillarme de las imágenes que nos ofrecía Cuarón e intentar no lanzar pedorretas cada vez que Clooney soltaba un chiste. Angustia poca, la verdad. No es propiamente un fallo, pero sí una expectativa fallida y un trailer engañoso, así que yo lo pongo y a correr.
   Voy ya con las cosas buenas, que las tiene. James Cameron dijo que era la mejor película del espacio que se había hecho jamás, y aunque no comparta su opinión para nada (teniendo el precedente de Star Wars o 2001. Una odisea en el espacio... esto último es bromi, no me peguéis), sí que dudo que se vuelva a mostrar en alguna película el espacio con un grado de belleza semejante. Y rodado de un modo tan sobresaliente.

Esta escena no la anima ni Homer Simpson comiendo patatas fritas. Ni aunque sean onduladas

   Lo mejor que tiene Gravity es la dirección de Alfonso Cuarón. El tío me ha dejado con la boca abierta más veces de las que me gustaría admitir, ya fuera por sus planos secuencia interminables y prodigiosos (destacando el primero, y seguramente el que acabe sentando cátedra), o por la planificación de los momentos en los que la emoción que no conseguirían los diálogos tuviera que recaer en sus manos. Y es en momentos como la despedida de Clooney o, sobre todo, el razonablemente épico clímax final, cuando la dirección y la banda sonora (tan efectiva como efectista), destacan de un modo más genuino, perfilando a Cuarón como el cineasta de gran talento que, a falta de ver Hijos de los Hombres o alguna otra cosa que haya dirigido, he de pensar que es.
   Por lo demás, Gravity es una peli para ver una sola vez, y supongo que en 3D. Hay un par de escenas que gracias a éste quedan guapísimas (no precisamente las más espectaculares), y el resultado final es satisfactorio, de haber pasado un buen rato. Pero no sé. A mí la peli me ha dejado a medias, y Sandra Bullock me sigue pareciendo un tostón de mujer.
   De todos modos os recomiendo verla. Si sois amantes de lo visual, o si os gustaban esos simuladores que a veces ponían en la feria del pueblo, Gravity es vuestra película. Si no... pues yo que sé. Es la Fiesta del Cine, si os dais prisa y la veis antes del jueves de esta semana igual os compensa. Con gafitas y todo.

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